La pechugona y hermosa Marry Queen se ofrece a darle a Grace Hartley el masaje más sensual. Grace se recuesta en el diván con una tímida sonrisa de anticipación mientras observa acercarse a su amante desnudo. Con tiernos besos y ligeros caricias, Marry comienza lentamente el masaje.
Ella desliza la toalla que Grace ha puesto sobre su esbelto cuerpo, siguiendo sus dedos con su hábil lengua sobre los apretados pezones de Grace y hasta su cremoso coño afeitado. Unos pocos movimientos de su lengua sobre la jugosa hendidura de Grace es toda la lubricación que Marry necesita para introducir dos dedos profundamente en la apretada vaina de su mujer para comenzar el masaje más íntimo de todos. Mientras Grace disfruta de los suaves toques, Marry la ayuda a adoptar una nueva posición, volviéndose de costado y levantando las rodillas hacia el pecho antes de levantar la pierna. Los gemidos de Grace alcanzan un nuevo crescendo cuando Marry reanuda su masaje.
Finalmente, cuando los primeros aleteos del orgasmo de Grace comienzan a recorrer su cuerpo, Marry insta a su amiga a arrodillarse. Cubriendo a Grace por detrás con sus dedos trabajando su cremoso coño y con su otra mano masajeando las sensibles tetas de Grace, Marry envía a su amante al límite del éxtasis. ¡Por supuesto, Grace nunca soñaría con aceptar un masaje tan increíble y luego dejar a su amante insatisfecho! Presionando a Marry sobre la camilla de masaje, Grace se abre camino entre los muslos separados de su mujer y se sumerge ansiosamente en el coño de la pista de aterrizaje de Marry con su lengua y sus dedos. Marry disfruta de la atención durante unos minutos antes de cambiar de posición para pararse frente a la camilla de masaje.
e inclinarse hacia adelante. Con las piernas abiertas, su nueva pose deja su chocho cremoso expuesto y ansioso por la atención de Grace y, por supuesto, Grace aprovecha, acariciando el redondo culo de Marry y follándola con dos dedos hasta que el orgasmo de Marry explota a través de ella. Mientras ambas chicas disfrutan de las consecuencias de su Al hacer el amor, juntan sus esbeltos cuerpos y comparten un beso apasionado.
