Chloe Temple y Lily Larimar alguna vez fueron amantes, pero ahora son simplemente compañeras de cuarto. Lily ha superado la relación fallida de su compañero de cuarto, pero Chloe no lo ha superado. Las chicas están descansando en el sofá cuando Chloe ve a Lily enviando mensajes de texto furiosamente.
Por la feliz sonrisa de Lily, Chloe supone que Lily está charlando con un interés romántico. Sin embargo, cuando Lily confiesa que es un niño, algo dentro de Chloe se rompe. Chloe se mantiene ligera y juguetona mientras deja claro que un niño no puede hacer las cosas que ella puede hacerle a Lily. Ella afirma que es mucho mejor que un chico, algo que Lily debería poder recordar de su relación. Para cuando Chloe hace estas declaraciones, ya está encima de Lily y usa sus manos y lengua para recordarle a su compañera de cuarto que las cosas entre ellas solían ser calientes y pesadas.
Lily no lucha demasiado mientras Chloe explora su cuerpo apretado. lamiendo sus pezones hasta alcanzar picos duros y luego deslizándose hacia abajo. Dejando a un lado las bragas de Lily, Chloe desliza su lengua por la raja desnuda de su amiga. A ella le gusta lo que prueba, así que se acomoda sobre su vientre para un prolongado festín de coño. Ahora que Chloe ha reavivado su historia de amor, Lily está ansiosa por asegurarse de que su amante también disfrute.
Mientras su chocho continúa palpitando por los cuidados iniciales de Chloe, Lily tira de Chloe para que se arrodille y se cierne sobre su cara. Esa es la posición perfecta para que Chloe monte la boca de Lily mientras la lengua de Lily hace magia en su arranque. Dándose la vuelta sobre la cara de Lily, Chloe se inclina hacia adelante. El resultado es un 69 lésbico que permite a las niñas biológicas dar y recibir el placer orgásmico más profundo. Las chicas continúan así hasta que sus dos agujeros hayan disfrutado de un clímax, pero Chloe no está lista para renunciar a convencer a Lily de regresar al equipo exclusivo de chicas todavía.
Agarrando un consolador de doble cara, Chloe lo mete profundamente en el coño de Lily. centro cremoso. Luego se recuesta en el sofá con las piernas abiertas para tomar el otro lado del juguete. Moviéndose en tándem, las chicas balancean sus caderas sobre el juguete mientras cada una masajea su propio clítoris.
El sonido de sus gemidos mutuos llena la habitación mientras cada uno encuentra una última gran O. Después de hacer el amor, Lily reflexiona que tal vez las chicas lo hagan mejor que los chicos.
