Dos Lesbianas Follando en un Éxtasis de Pasión x
27En un ambiente cargado de deseo, Kimmy Granger y Riley Reid se dejan llevar por su pasión en un encuentro íntimo y apasionado. Mientras caminan de la mano hacia el sofá, intercambian besos ardientes que las llevan a alturas extáticas. Sin necesidad de quitarse la ropa, Riley se acomoda entre las piernas de Kimmy y comienza a succionar su clítoris sobre la tela, lo que hace que Kimmy se desabroche el sujetador para masajear sus tetas.
La pasión crece y Kimmy devuelve el favor, presionando su boca contra la vulva de Riley, aún cubierta por sus bragas transparentes. Una vez que ambas están completamente desnudas de cintura para arriba, se toman el tiempo para explorar sus pequeños pechos con las manos y la boca, dejando que su deseo siga creciendo.
Cuando Riley finalmente baja el tanga de Kimmy, la rubia ya está lista para el amor. Riley se sumerge en su vagina húmeda y disfruta de cada momento de lamer su lengua arriba y abajo de la raja desnuda de Kimmy, mientras se deleita con su coño cremoso. Incluso se toma el tiempo para lamer el ano de Kimmy, lo que aumenta su placer cien veces más.
Con su cuerpo palpitando de placer, Kimmy decide dar la vuelta a las cosas. Después de quitarle las bragas a Riley, Kimmy pone sus manos y boca a trabajar, lamiendo y follando con los dedos la vagina de Riley mientras estimula su culo. Se toma su tiempo, asegurándose de no dejar ninguna parte de la vulva de Riley sin lamer y tocar hasta que Riley está jadeando y gimiendo de placer.
Ahora que ambas han tenido un clímax cálido, Riley vuelve a trabajar para darle placer a Kimmy. Empujando dos dedos profundamente en la vagina cremosa de Kimmy, vuelve a llevar su pasión a un punto de ebullición sin dejar que se corra. No queriendo ser superada, Kimmy está ansiosa por volver a presionar su boca contra la vulva de Riley. Ahora que tiene a Riley donde la quiere, Kimmy no se detendrá hasta que su mujer se vuelva a correr.
Cuando Kimmy saca un pequeño vibrador y lo usa para provocar los pezones duros de Riley y su vagina chorreante, Riley apenas puede contener sus gemidos de necesidad sexual. Mientras Riley se baña en la resplandor de su clímax, Kimmy sigue provocándola con el vibrador. Finalmente, le arrebata el juguete y le pide a Kimmy que se suba encima de ella en una posición que le da a Riley una cara llena de la vagina de Kimmy que puede tocar y acariciar con el juguete mientras aún deja que Kimmy disfrute jugando con la vulva tierna de Riley si lo desea.
Aunque ambas han disfrutado de múltiples orgasmos, ninguna de las dos está satisfecha todavía. Sentándose lado a lado en el sofá, Kimmy y Riley se alcanzan para frotar sus vaginas de la manera que les gusta. La autoestimulación es buena, pero lo que es aún mejor es la forma en que trabajan las vaginas de cada una en tándem hasta que ambas están jadeando con la fuerza de su clímax final de la tarde.